Translate

Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Umberto Eco, 2015

viernes, 3 de junio de 2016

A veces vuelvo

A veces paso meses lejos de este blog. Y a veces vuelvo. Hoy pasé de nuevo, menos filosófica que la última vez, para mostrar algunos bloques más del Splendid Sampler.

Unas palabras aparte sobre el Sampler. Me sorprende gratamente que un montón de diseñadoras vuelquen su creatividad y conocimientos de manera gratuita para ¿cuántas? 10 mil mujeres a lo largo y ancho del mundo. Gracias a gente como ellas he podido aprender tanto (no, no me canso de repetirlo) viviendo en un lugar donde cada vez que decís "hago patchwork" te contestan "patch...qué? Y eso qué es?"

Les muestro algunos bloquecitos más:

Bloque 6 - Focal Point
Es uno de los bloques que me dejó más satisfecha hasta ahora. Si bien no estoy conforme con los colores (nunca lo estoy, no importa cuando leas esto), me parece que quedó bien resuelto. El diseño me encanta!!!

El bloque 7 se los debo. Para hablar con total sinceridad, no me gustó (me disculpo con la diseñadora que puso su corazón en él, pero el gusto es subjetivo) y decidí que para hacer cosas que no me gustan, ya tengo un trabajo. Esto es hobby, es placer y sólo hago lo que me gusta.

Bloque 8 - Friends around the square
Éste también me gustó muchísimo y me dejó conforme. Todavía no sé cómo quedarán combinados los bloques de colores intensos con los pasteles, pero no me quita el sueño. Si llegaran a quedar muy mal, dividiré el total de bloques en dos (los intensos por un lado y los pasteles por otro) y tendré dos samplers.

Bloque 9 - Local Quilt Shop
Es de esos diseños que ni fu ni fa pero fue divertido hacerlo. Mi loca imaginación me llevó a pensar en lo fantástico que sería tener mi propio Quilt Shop, como los que existen en España o Inglaterra y veo en fotos en sus blogs. Sería tan feliz rodeada de telas, lanas e hilos...! Pero no creo que en estas tierras pueda prosperar un lugar de ese estilo...

Bloque 10 - Iowa
Otro bloque que no me enloquece pero que me entretuvo. Fácil y sencillo de hacer, creo que complementa bien al resto.

Hoy llego hasta acá, tengo algunos más hechos y espero hacer algún progreso este fin de semana.


martes, 31 de mayo de 2016

Muy despacito

Ya más de dos meses sin estacionar un ratito en este espacio. No importa cuánto me lo proponga, no tengo tiempo. Si hace unos años me hubieran dicho que el recurso que más iba a valorar después de los 40 años era el tiempo, me hubiese reído. Creía que el dinero me permitiría hacer lo que tuviera ganas, y no, no es así, el tiempo es tan limitado que reflexionar sobre su paso siempre me entristece.

Hablando de tiempo, ya llevamos casi 8 meses de construcción de nuestra casa. Crece cada día y justo ahora, cerca de la finalización, es cuando se presenta la mayor cantidad de inconvenientes: menos dinero, lluvia, falta de electricidad, etc., todas cuestiones solucionables pero que requieren de nuestra atención (y nuestro tiempo).

La percepción del tiempo es subjetiva. No se si les pasó pero las 8 horas diarias de oficina pasan muy lento, demasiado, en cambio las que paso en casa caen en el reloj a una velocidad distinta, apuradas, como si tuvieran que llegar a algún lugar...

Tiempo... Paso poco tiempo en casa, mucho menos del que me gustaría, y he dejado a un lado algunas cosas que amaba hacer como la lectura o el orden frenético de los placares. La mitad de mis cosas ya está metida en cajas y lo demás deambula de un ambiente a otro sin ton ni son. Trato, hago el intento (aunque no siempre de manera exitosa) de no perder mi conexión conmigo, con lo que me ata a la cordura: las manualidades. 

Cuando las redes se llenaron de información sobre el proyecto del Splendid Sampler de Joan Davidson y Pat Sloan me entusiasmó muchísimo pero me parecía una locura meterme en un viaje tan largo en este momento caótico de mi vida. Pero, como las exigencias son pocas, mi familia me instó a engancharme (sí, esos dos hombres son tan fantásticos que no sé cómo he llegado a merecerlos).

Bloque 1 - Hearts Aflutter
Cuando me entusiasmo con un proyecto de patchwork, no puedo dejar de pensar en él hasta que pongo manos a la obra (y pueden pasar días hasta que eso sucede). Este bloque lo "ví" en mi cabeza mucho antes de hacerlo. No sabía cómo iba a combinar después los colores, pero poco me importó, eran esos y no otros.

Block 2 - Wings
La elección de las telas de este bloque fue muy egoísta. Son telas nacionales, más económicas, y de las que tengo una cantidad mayor. Por eso las elegí. No bordé las antenas de las mariposas ni lo haré, el bloque me gusta más así que en su diseño original (es una opinión personal, seguro la diseñadora tiene mucho más gusto que el mío. Por algo ella se dedica a diseñar y yo estoy sentada en esta oficina).

Bloque 3 - Lots of love

Parece un bloque sencillo pero me costó armarlo. Si lo miran con atención, la columna de corazones del costado me quedó medio borrachita y se nota que tuve que descoser. Estuve dudando sobre el fondo: blanco o negro? Me decidí por el blanco porque tengo poca cantidad de telas negras (pensé que ya vería a la hora de acoplar todos los bloque cómo combinarlos).

Bloque 4 - Happy, happy
Este bloque lo dejé para el final de los primeros diez. Me parecía dificilísimo que me quedaran redondas las flores. Resulta que me equivoqué y fue super divertido!!!

Bloque 5 - Simple Simon
Después de varios bloques en tonos pastel, necesitaba volver a los colores intensos. esta vez, agregué el amarillo con estrellas rojas y, esta vez también, el bloque se presentó en mi imaginación antes que en la realidad.

Tengo algunos bloques más terminados que les voy a mostrar más adelante, si no este post va a ser demasiado largo. Además ya llegó mi jefe, hay que ponerse a trabajar ;)))


martes, 22 de marzo de 2016

Sencillamente

A riesgo de ser muy reiterativa, tengo que decirles otra vez que no hubiera aprendido la mayoría de lo que sé de patchwork si no fuera por internet. Los blogs, los grupos en Facebook, han sido como aulas de clases para mí, cálidas y amigables, mucho más que los claustros universitarios que conozco tan bien. Es un mundo amable, supongo que por eso estoy tan enganchada, porque es tan diferente de mi mundo real y cotidiano.

Repitiéndome una vez más a mí misma, el grupo de Facebook «Cosemos Juntas?» me dio la oportunidad de aprender a hacer pequeñas bolsas, poner un cierre, armarlas, algo que me parecía imposible hasta la primera vez que lo hice. Esa primera vez fue un bolso para la mamá de mi esposo y se las había mostrado acá. Para no hacer diferencias, con telas similares, hice un bolsito también para mi madre.


Aproveché para incursionar por vez primera en los hexágonos (sí, este bolso es muy anterior a mi aventura con el quilt de hexágonos La Pasión).


Está quilteado a mano con tres hebras de hilo moliné siguiendo el contorno de cada hexágono aproximadamente a media pulgada del borde. La foto no es buena prueba pero los hexágonos verdes están quilteados en naranja y los naranjas, en verde.


Lo terminé en enero de 2015 pero no coloqué el cierre hasta diciembre, me daba mucha fiaca.


Amo la combinación de verde con naranja. Me parece que se nota jejeje.

domingo, 13 de marzo de 2016

En un tiempo lejano...

En un tiempo lejano, les contaba acá cómo había surgido la idea de hacer un cubrecamas para mi hijo Santino. Él mismo eligió un modelo de muchos colores, diseño de Carolina Rizzi. Y yo lo adapté a los colores que combinaban con su habitación, que no eran muy diferentes de los colores originales.

Lo comencé en la primera mitad de 2013. En ese momento, mi trabajo era otro, requería mucho de mí en tiempo y responsabilidad, y lo fui adelantando muy, muy lentamente. Acá les contaba cómo se arman cada uno de los doce molinetes de colores que componen el top del quilt. Y en agosto de 2014, un año y pico después, terminé el top. Se los mostraba completo acá.

Tuve muchas dudas sobre la tela del backing y eso hizo correr el tiempo. María Cristina de Desde Mi Altillo me aconsejo que comprara un lindo percal e, increíblemente, conseguí un percal 100% algodón verde manzana. De los pocos colores que tenía la mejor sedería de Neuquén, ése fue el único que combinaba con mi top. Ése y el blanco pero, conociendo bien a mi hijo, no quise arriesgarme a tener que lavar el cubrecamas cada semana.

Finalmente, este febrero me decidí a terminarlo. Faltaba eso, decisión, y también coraje. Era mi primera vez con un quilt tan grande. El primer desafío serio fue armar el sandwich.



Me pasé todo un sábado y casi todo un domingo tirada en el piso del living de mi casa, después de haber corrido todos los muebles, intentando que no quedara una arruga en el quilt. No les puedo explicar el dolor en el cuerpo al día siguiente...


Amarré el sandwich con alfileres de gancho pequeñas y después hilvané. Cómo soñé tener ese aerosol que veo que usan para armar los quilts...! Creo que nunca deseé tanto algo como ese aerosol en ese momento :))))


El quilteado propuesto originalmente es del tipo quilt in the ditch. Miré algunos videos tutoriales en internet y me lancé a la aventura. Lo más difícil fue manejar el tamaño y el peso del quilt en un espacio muy pequeño y con las temperaturas de febrero. Tengo una habitación desocupada que hace las veces de depósito de todo lo que hemos ido comprando para la casa nueva. Allí hay una pequeña mesa de computación en la que monté la máquina de coser. Y me ayudé con el respaldo de una silla para sostener el peso de la pieza. Saqué algunas autofotos en esas condiciones pero no se las comparto porque parezco una loca ;))))))


Les confieso que empecé a quiltear segura que, de alguna u otra manera, iba a arruinar el top que tanto me había costado terminar. Pero los avances me fueron entusiasmando cada vez más. Salía apurada de la oficina para venir a sentarme aunque sea un ratito en la máquina de coser.


El binding tampoco fue rápido porque lo cerré con puntada escondida. Y con el quilt todo el tiempo encima... qué calor!!!!


Y lo terminé!!!!!! :))))


No queda hermoso así dobladito???






Pero queda más lindo en el lugar para el que fue hecho, la camita de mi hijo.

martes, 1 de marzo de 2016

Acta de confesión

La semana pasada cumplí 43. "Una chica grande" diría mi abuela... Me encuentran centrada (menos mal), llena de proyectos y de amor y un poco más obsesiva que antes. Dicen que hay cosas que no mejoran...

Y confieso: Uno de mis mayor defectos es no poder renunciar. A nada. Si empiezo un libro, lo termino, aunque no me enganche. Tengo el mismo trabajo hace 23 años, aunque no me apasiona. Y cuando empiezo una labor, la sigo, aunque a veces tomo pausas como pequeñas bocanadas de tiempo. Hace poco más de un año les contaba aquí cómo me había animado a comenzar el Quilt de Hexágonos La Pasión, de Grit Kovacs. Un quilt para obsesivas, como yo.

Más de mil plantillas de hexágonos de media pulgada de lado
Durante muchas noches en el año, me pasé recortando plantillas, porque a mi marido se le ocurrió imprimirme una pila de hojas y yo no puedo dejar ninguna sin recortar. Lo bueno es que ahora tengo un gran surtido de papelitos hexagonales.

Algunas ya forradas
Cada vez que voy al super me tiento con alguno de estos plásticos para mantener mis hexágonos ordenados, que van conmigo a todas partes. Ni se imaginan la cantidad de veces que tuve que explicar este verano cómo se arman los hexágonos y para qué sirven como lo hice acá. Fui el alma mater de varias reuniones playeras jaja.





Confieso que otro de mis mayores defectos es la adicción a los hexágonos. Si tengo un minuto de tiempo libre, coso dos o tres y me siento en paz. Como una droga (sin los efectos negativos). 

Lugar al que llego, si están mis amigas escucho: "Trajiste los hexagonitos?" Parece que los hexágonos y yo nos hemos transformado en una pareja indisoluble en el imaginario de mis amistades. Es una labor que sigo sin prisa pero sin pausa.

Segunda ronda finalizada!!
Ya estoy trabajando en la tercera ronda y mi única preocupación importante es qué hacer a medida que se me vayan terminando las telas. Las chicas que me visitan y no son de Argentina tal vez no sepan que las telas que utilizamos aquí, en la mayoría de las ocasiones, son importadas y las compramos en cantidades reducidas (a lo sumo, una yarda). Será un obstáculo que tenga que sortear en poco tiempo. Veremos qué dicta mi creatividad.

lunes, 22 de febrero de 2016

Pequeños sueños

Hace ya un tiempo que reflexiono mucho sobre lo sueños. Debe ser la edad, jejeje. No sobre el concepto adolescente de sueños. No. Más bien sobre ese horizonte que vemos en el futuro y sobre el trabajo que deberíamos hacer para concretar uno u otro. También me gusta conversar con la gente cercana sobre sus sueños, los cumplidos y los por cumplir.

Ya les he contado que estoy en plena construcción de mi casa. Ése era un sueño muy anhelado. Esta semana cumplo 43 y no tenía mi propia casa, a pesar de haber trabajado desde que tengo uso de razón. Estamos muy felices con cada nuevo avance de obra, pero también se presentan muchos inconvenientes, como es normal en estos casos. Hace un par de meses, hablando con alguien muy cercano sobre el gran esfuerzo que estamos haciendo para construir en un contexto económico nacional que nos desfavorece completamente, esta persona me dijo "a veces los sueños tienen que quedar en sueños". Me sentí muy descorazonada. Primero, porque alguien que me conoce tanto debería comprender mi necesidad de tener mi propia casa luego de tantos años de trabajo y sin ninguna ayuda. Segundo, porque me dí cuenta que al vivir con esa resignación, esa persona vive media vida.

Los sueños deben ser los motores que guíen nuestra acciones. Yo puedo decir que, de la nada, he llegado hasta aquí sumando mis sueños y mi voluntad. Muchas veces, la gente se queda a medio camino de sus sueños sólo por decisiones mal tomadas. Por no soltar una pareja que les hace daño a tiempo, por decidir ver todo negativo siempre, por reaccionar a los hechos en lugar de estudiarlos y actuar en consecuencia. 

Yo he cumplido muchísimos de mis sueños, pero me quedan algunos pendientes. Un gran viaje con mi marido y mi hijo, ver crecer a mi hijo sano y convertido en un hombre de bien, y algunos más. Pero mi mayor sueño está relacionado con lo que muestro en este blog. Sueño que algún día, después de tanta vida, pueda elegir no trabajar más y dedicarme a hacer lo que más me gusta: coser, bordar, tejer. No me desanimo, aunque las cosas no siempre me salen bien. Mientras tanto, trato de aprender lo más que puedo y hacerme cada día mejor en lo que amo.

Individual para la oficina

Log cabin para otro individual

Corazón aplicado con punto festón

HST aprendidos gracias a Celeste, de Tienda Celeste

Más aplicaciones

Y un poquito de bordado
Y ustedes, qué piensan de los sueños? Los persiguen o los trabajan?

martes, 16 de febrero de 2016

Somewhere over the rainbow

A riesgo de ser reiterativa, y como cada año les cuento: Enero es mi mes favorito. Durante enero tengo vacaciones en mi trabajo así que, hacia fin de año, cuando ya veo que se acercan, hago mil planes de lo mucho que voy a coser. Después no resulta tan así, pero bueno, la ilusión es un gran pulso vital.

Este enero tampoco nos fuimos de viaje. El proyecto de la construcción de la casa lo absorbe todo: tiempo y dinero. De todos modos, no es que la pasemos mal, nada de eso, tenemos un hermoso grupo de amigos, que casualmente está en la misma etapa de vida, y hemos disfrutado de largas tardes de pileta, mate y río y sabrosas noches de asado o pizzas, matizados con muchas, muchas risas y bastante cerveza y vino.

Coser, sí, algo, pero no todo lo que planeaba. La primera semana de enero estuvo inusualmente fresca y aproveché para hacer uno de los proyectos del grupo Cosemos Juntas?: un alfiletero con la técnica de pinapple, técnica que me llamaba mucho la atención pero nunca había practicado.


Tuve el impulso de hacer un arcoiris y, de paso, utilizar algunos de los muchísimos retales que estoy acumulando.


El quilteado no fue nada elaborado porque lo quería terminar. Me pasa que, por tener poco tiempo para coser, cuando al fin me pongo, me lleno de ansiedad tratando de hacer lo más posible y tal vez, no lo disfruto como merecería.


Enero sería algo así como mi detrás del arcoiris, un tiempo y un lugar donde puedo hacer lo que me gusta y no lo que corresponde que haga.

viernes, 12 de febrero de 2016

Greatest Love of All

Mentiría si dijera que la maternidad se me dio naturalmente. Me costó tomar la decisión de buscar un hijo, me pesaba la gran responsabilidad que implica cuidar de alguien. Tal vez porque me tocó ser responsable a edad temprana, cuando uno no tiene las herramientas para enfrentar los problemas de la vida... Gracias a Dios (y a mi marido) me decidí y vino Santino. Y ha sido y es la experiencia más maravillosa de mi vida.

Tener un hijo varón me resulta simple y encantador. Nada de rollos por la ropa ni por el peinado. Es el admirador más fanático de su madre. Siempre quise ser madre de varones. Pero entiendo que ser madre de mujeres te abre un panorama distinto, podés compartir otras cosas... Tal vez si tuviese una hija mujer podría compartir mis tiempos de manualidades con ella, pero la realidad es que yo nunca compartí estas cosas con mi madre... 

La cuestión es que mi hijo aprecia lo que hago, lo elogia, pero más por amor hacia mí que por gusto o interés. «Es hermoso mamá» es un mimo que me hace, no una valoración estética.

Por eso mismo también, es tan difícil hacer algo para él, me parece que lo acepta para no hacerme sentir mal, por amor, y no porque le encante tener algo hecho por su madre. Sin embargo, el año pasado le pregunté y le re pregunté si le daría vergüenza llevar al colegio sus enseres del almuerzo en una bolsa hecha por mí en lugar de la típica bolsa plástica ziploc. Y se entusiasmó. Elegí unas telas apropiadas que le gustaron y éste fue el resultado:




Desde el fin de semana que la hice, no ha dejado de llevarla ni un solo día. Envalentonada por este éxito, le propuse hacer una funda para su celular, con las mismas telas (son los colores de su club de fútbol y de su club de rugby). Y aceptó! Aproveché un tutorial que compartieron las chicas del grupo de Facebook Cosemos juntas? 



Quiero dedicar un párrafo aparte al grupo Cosemos Juntas? Graciela es la creadora y lo administra de manera impecable. Desde su origen, ha sido una fuente de inspiración y un aula de aprendizaje sin comparación para mí. No tengo palabras para expresar el agradecimiento que siento. Aprender patchwork en esta ciudad de la Patagonia Argentina sería imposible sin internet y sin el amable consejo y acompañamiento de todas las chicas de otros lugares del mundo.


miércoles, 10 de febrero de 2016

Refugio

A casi mes y medio de comenzado el año, me siento a escribir el primer post de 2016. Decidí cambiar la rutina, porque evidentemente no está funcionando. Acostumbraba a postear a la noche, tarde, después de la cena y lavar los platos, cuando mi hijo ya se estaba yendo a dormir y mientras mi marido veía algo de televisión. Pero no llego, me duermo antes. Durante el día vivo una vorágine de actividades: trabajo, ocuparme de la construcción de mi casa, llevar el niño a la pileta o al río para que no se aburra solito en casa, las tareas domésticas… uf, no se puede parar ni un minuto.

Por eso, para no abandonar tanto este blog, que me ha conectado con gente hermosa alrededor del mundo, decidí escribirlo muy temprano por la mañana, cuando llego a la oficina y todavía no hay demasiado movimiento. Veremos si resulta…

Miren si tendré abandonado el blog que a pesar de no dedicarme como quisiera a mis manualidades, no les he mostrado lo poco que hice… En julio, para el cumpleaños de mi queridísima amiga Norma, que por aquel entonces también estaba construyendo su casita, alguien me dijo (sin ningún asidero científico) que regalar agarraderas nuevas daba suerte para la casa y sus dueños. Aprovechando que el grupo de Facebook Cosemos Juntas? había compartido un tutorial hermoso, lo puse en práctica. He aquí el resultado.




Como me parecía poco, también preparé una toalla con aplicaciones en lila, que me pareció un color acorde al temperamento de mi amiga, maestra jardinera de profesión, tranquila y suave. Las fotos son pésimas porque terminé el regalo cinco minutos antes de salir para su casa, ya de noche.





Y hablando de no parar un minuto, no sé si les habrá pasado, estoy en una época de mi vida en la que me molesta enormemente no tener un minuto para mí. Y no hablo de ir de compras o a la peluquería o al spa, no, hablo de tener la tranquilidad para hacer lo que más me gusta: coser, bordar, tejer, leer. Hace ya tiempo que me sucede pero con el inicio de la construcción y el aumento de las actividades de mi hijo se agudizó. No encuentro tiempo para sentarme a disfrutar de mi tiempo, ese refugio que me ata a la cordura, que me permite proyectar, hacer planes, básicamente detenerme y pensar.


Aunque esa sea la realidad hoy por hoy, no siempre tiene que ser así. La casa nueva tendrá un espacio para mis chucherías, para mis telas, mis hilos, mi música. Un refugio para mi refugio.