Las tardes de verano suelen ser muy felices para mi familia. Pileta o río, amigos, mates y planes de asado o pizza para la cena. Pero a veces, la tarde se pone fresca, o ventosa, o llueve, y hay que quedarse guardados en casita. Una de esas tardes de verano no apta para nuestros planes estivales, encontré en el fondo de una caja con retazos, un pedazo de toalla, de la que había usado hacía nueve años para preparar parte del ajuar de mi bebé. Con esos pedazos de tela intenté practicar un poquito las aplicaciones y los resultados son los que les muestro:
En azul
En amarillo
Las dos juntitas. No tengo una fotito del detalle de las antenitas, pero están bordadas con cordoné de seda. Y al final, esa tarde cualquiera de verano, que no parecía de verano, me dejó estas toallitas auxiliares para adornar mi baño.
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